El país latinoamericano se convertía así en el primer país en albergar 2 citas mundiales, ya que la previamente seleccionada para acoger el evento, Colombia, finalmente tuvo que declinar ante la imposibilidad de cumplir con los requisitos que exigía la FIFA. Debido a su pronto nacimiento con respecto a otras Federaciones, logra grandes éxitos, sin que ellos estuviesen reconocidos por la FIFA. Cuenta la leyenda que en su primera visita a Elche, Antón Fivebr contempló las maravillosas vistas de la ciudad desde lo alto de la torre de la Basílica de Santa María. Finalizando el 2020 es despedido del banco del PSG el técnico Thomas Tuchel, presuntamente por una entrevista dada al medio deportivo francés Sport1, donde menciona que su trabajo no estaba siendo valorado por el club pese a haberlo llevado a la Final de la Champions por primera vez en la historia del conjunto francés, manifestando que tener contento a todo el mundo en París es complicado por las altas expectativas y la presión de ganar el título continental.
Tanto Italia como Alemania podrían alcanzar a Brasil, y en el caso de los italianos, convertirse de nuevo después de 12 años en la selección con más títulos del Campeonato del Mundo. Paolo Rossi deslumbró al Mundo con sus actuaciones, y gracias a ellas ganó la Bota de Oro como máximo goleador del torneo con 6 tantos, y el Balón de Oro como mejor jugador del torneo, galardón que se concedió por primera vez en la presente edición del campeonato. En el partido, no hubo sorpresas, camiseta juventus y de nuevo Schillaci anotaría el tanto que supondría el 1-0 final que llevaría a los anfitriones a semifinales y que situaba al italiano como máximo realizador del campeonato. En su primer enfrentamiento, Italia doblegaba a los vigentes campeones mundiales por 2-1 gracias a los tantos de Marco Tardelli y Antonio Cabrini que hacían inútil el tanto del argentino Daniel Passarella. Roberto Mancini anotaría un tanto que serviría para que Italia empatase por 1-1 frente a los anfitriones, Gianluca Vialli otro que serviría para vencer por 1-0 a la vigente subcampeona de Europa, España, y Alessandro Altobelli y Luigi De Agostini certificaban el 2-0 para vencer a la selección nórdica. El cruce frente a la selección uruguaya, doble campeona Mundial, depararía otra solvente actuación italiana, que vencería por 2-0 gracias a los tantos de Schillaci, y Aldo Serena.
En los lanzamientos, los fallos de Roberto Donadoni y Aldo Serena condenarían a Italia, y los 60.000 asistentes de Nápoles cargaron contra el ídolo local Maradona por dejarles fuera de la final de «su» Mundial. Como curiosidad, se dio una circunstancia que se convertiría desde entonces en un clásico entre los aficionados asistentes a un recinto deportivo. «La ola», consistente en cientos de aficionados levantando las manos de manera sincronizada, como un fenómeno colectivo que da la vuelta a todo el recinto deportivo y que hoy en día se ha establecido mundialmente como una forma de expresar la alegría y goce de los aficionados. Una magnífica actuación de Paolo Rossi -que se convertiría en el mejor futbolista del torneo-, autor de una tripleta, haría insuficientes los goles de Sócrates y Falcão, y colocaría a su país en las semifinales del Mundial. Accedió a la fase final del torneo tras salir como primera del Grupo 2 de la fase de clasificación tras firmar una casi impecable actuación frente a la selección portuguesa, la selección sueca, la selección suiza y la selección maltesa. Italia no conseguiría clasificarse para la Eurocopa 1984 de Francia, donde tras realizar una mala fase de clasificación en el Grupo 5, quedó penúltima tras conseguir una sola victoria en el grupo formado junto a la selección rumana, primera clasificada, la selección sueca, la selección checoslovaca, la selección chipriota.
Los transalpinos no conseguirían acceder a la fase final del torneo tras caer eliminados en el Grupo 3 de la fase de clasificación. Durante la primera fase del torneo, Alessandro Altobelli se erigió en la gran figura italiana al ser el autor de todos los tantos italianos. Frente a los estadounidenses se repitió el mismo marcador gracias a un gol de Giuseppe Giannini, que sumado a la victoria por 2-0 frente a los checoslovacos gracias a los goles de Schillaci, y de un joven Roberto Baggio en lo que sería denominado como «el gol del Mundial» debido a su bella factura, servirían para completar una perfecta fase de grupos. En ellas, los soviéticos hicieron gala de su gran fortaleza, y se impusieron a los del Mediterráneo por un 2-0 que les llevó a la final la cual perdieron frente a la selección neerlandesa de los Ronald Koeman, Frank Rijkaard, Ruud Gullit, y Marco van Basten, una de las mejores generaciones que asombraron al mundo, y en especial a Italia, en cuyos clubes militaban algunos de ellos. En ellas, Rossi se erigiría nuevamente en la figura del partido al anotar los dos goles que darían a Italia el triunfo por 2-0 frente a la selección polaca (sorprendente semifinalista tras eliminar a la selección soviética y a la selección belga), y el pase a la ansiada final.